Como dice el dicho: Nada es eterno en este mundo. La reducción calificativa de la solvencia crediticia de EE. UU. , presagia al mundo grandes problemas, y no sólo para la primera economía del mundo, sino para otros países, empresas e inversores.
NADA ES ETERNO
A pesar de que EE. UU. consiguió evitar un impago técnico y el 'Armagedón financiero' del 2 de agosto, las consecuencias preliminares ya se sienten. La más severa de las agencias calificadoras, S&P, redujo por primera vez en la historia la calificación de la solvencia crediticia de EE.UU. de 'AAA', la máxima posible, a 'AA+'.
La deuda del Gobierno de EE. UU. siempre ha sido considerado el patrón de referencia comparativo, según S&P. Desde 1941 ha mantenido este status a pesar de la cuadruplicación de la deuda del gobierno en la II Guerra Mundial, la inflación de la década de los 70, el alboroto de la deuda bajo los mandatos de Ronald Reagan y George W. Bush. Pero todo llega a su fin.
En la categoría AAA actualmente se encuentran 18 jurisdicciones, como son: el Reino Unido, Suiza, cuatro